Paradójicamente.




Me abrumo desde mi ventana
al ver al “impío prosperar”
en el vaivén vanaglorioso de sus triunfos.

Pero es ahí cuando resurge mi esperanza intangible,
las que no muchos ven y pocos esperan.
Es absurda para los ciegos
pero la única salida donde empieza
la entrada a la verdadera felicidad.

Sentimientos encontrados


Hoy puedo entender la misericordia de Dios en mi vida.
Se toma Su tiempo para llenar cada vacio,
No hay más fuente donde recurrir.
A pesar del dolor
Mi corazón cae sin miedo
En el amor de Jesús y descansa.