¿De qué he de gloriarme?

Dios ha escogido a una "don nadie", ¿de qué he de gloriarme? ¿de mis logros, mis habilidades? No.
Me glorío en el Señor, quien me redimió y santificó para mostrar Su bondad, para reconocer Su amor y hacer Su voluntad.
Dios, llegaste a mi vida llenando los lugares más bajos de mi condición vacía, así como el agua lo hace llenando primero los lugares más bajos. Derramaste de tu gracia en mis profundidades y me diste vida, abrazaste cada rincón de mi ser sin merecerlo, solo lo hiciste.
Tu gracia dio vida a mi vida y ahora te pertenezco.
Hoy puedo libremente reconocer tu grandeza, amor y misericordia.
¿De qué entonces he de gloriarme? Solo en ti oh Dios.