Cuando
empiezas a sentir un TOTAL ORGULLO de pertenecer a cierta congregación o a
alguna denominación al punto de llegar a aliarte y defender ciertas enseñanzas
y posiciones que van en desacuerdo a las verdades absolutas de Cristo,
significa que has perdido el enfoque inicial por el cual has sido llamado y eso
conlleva a división.
Es
un buen tiempo de hacer un pare y replantear la cosmovisión que tienes acerca del
“ser cristiano”.
Dice
el versículo 13 de 1 de corintios 1 “¿Acaso
está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis
bautizados en el nombre de Pablo?.
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